La blefaropastia, es decir, la cirugía que corrige el exceso de piel de los párpados o la herniación de la grasa que rodea al ojo es un procedimiento muy común en cirugía estética. Es posiblemente el tercer procedimiento más frecuente tras el aumento de pecho y la liposucción. En la población general el conocimiento de cómo es el postoperatorio de una cirugía estética de pecho está mucho más extendido que en una cirugía de párpados. Vamos a intentar aportar unas notas sobre qué esperar tras ser intervenido y las pautas de actuación.
- ¿Dónde van las cicatrices en una blefaroplastia? Si hablamos del párpado superior, la incisión para operarlo se hace en la piel, aprovechando el pliegue natural que tenemos todos al abrir los ojos, así queda perfectamente disimulada. Cuando se trata del párpado inferior la cicatriz puede realizarse bajo las pestañas, o como ocurre en la mayoría de los casos, en la conjuntiva (la capa interna que recubre el párpado por dentro). Por lo tanto la cicatriz en el párpado inferior queda completamente oculta.
- ¿Es fecuente que se produzcan hematomas? Los párpados tienen muchos vasos sanguíneos finos, que potencialmente pueden sangrar un poco. Como la piel del párpado es la más fina del cuerpo, no es infrecuente que aparezca un hematoma que desaparece normalmente a los 7-10 días tras la operación. Normalmente no es necesario prescribir ningún tratamiento para eliminarlo.
- ¿Cuándo se quitan los puntos? Los del párpado superior se suelen quitar entre 5 y 10 días después de la operación, mientras que en el párpado inferior, si la cicatriz se hace por dentro (por vía conjuntival) no hay puntos que quitar, la cicatriz cierra sola.
- El hinchazón del párpado tras la cirugía de blefaroplastia, ¿cuándo desaparece? El edema o hinchazón tras la operación depende de varios factores: la propia respuesta inflamatoria del organismo, de lo agresiva que hay a tenido que ser la intervención y de los cuidados postoperatorios. Se suele recomendar poner frío local en los párpados, sobre todo las primeras 48 horas, intentar dormir con la cabeza un poco más incorporada o evitar dormir boca abajo. Tampoco se recomienda hacer esfuerzos físicos ni actividades relacionadas con el agua como natación o spa.
- ¿Se pueden tener problemas con los ojos? Una correcta técnica quirúrgica evitará problemas de exposición ocular (no cerrar bien los ojos). Para ello siempre se elimina el exceso de piel con lo que se conoce como “márgenes de seguridad”, es decir, siempre dejamos una cantidad suficiente de tejido que evite que la piel no se quede tan tensa como para que no se puedan cerrar los párpados. Aun así, dado que la cirugía puede inflamar el músculo orbicular, que es el que cierra los párpados, puede ocurrir que éste funcione peor durante un tiempo y los ojos se noten secos o se vea un poco más borroso. Para evitar esto se pauta abundante lubricación con lágrima artificial de dos tipos: en forma de gel por las mañanas y noches y más líquida durante el día (unas 3 o 4 veces al día). Con un correcto manejo de la lágrima la mayoría de los pacientes se encuentran muy bien.
- ¿Hay algún medicamento que se deba evitar? Antes de la operación se suele recomendar no tomar aspirina o ibuprofeno si hay algún dolor, pues favorecen que la sangre coagule peor. Lo mismo pasa con todos los medicamentos que hacen la sangre más líquida como son el Adiro, clopidogrel, Sintrom, Plavix… Estas medicaciones pueden ser sustituidas durante un tiempo previo para evitar que el sangrado durante la operación y después de la misma sea de menor intensidad. Así mismo determinados alimentos como son las verduras de hoja oscura, favorecen que la sangre sea más líquida y que hay más sangrados, por lo que se deben evitar los días previos a la intervención.
- ¿Cuándo se puede incorporar uno al trabajo? La respuesta es “depende”. Personas con trabajos en ambientes poco limpios (por ejemplo quien trabaje con mucho polvo o con plantas) deben esperar al menos 1 semana. Si el trabajo es en una oficina el paciente puede incorporarse al cabo de unos días, siempre en función de la hinchazón palpebral y de las molestias que se puedan tener, que suelen ser pocas.