Hoy en día cada vez es más frecuente que mujeres entre los 30 y 40 años acudan a centros de medicina estética para realizarse tratamientos. Desafortunadamente la edad a la que las mujeres se embarazan es cada vez más avanzada. Mientras que en al año 1975 la edad media del primer embarazo era 25 años, en el 2000 era 29 años y en el 2014 30 y medio años. Es decir, cada vez se tiene hijos más tarde. Por lo tanto, cada vez es más frecuente atender pacientes que se quieren realizar un tratamiento y que están en edad de poder estar embarazadas.
Antes de responder a la pregunta de este artículo, solo deberíamos puntualizar un par de puntos sobre como funcionan los permisos para usar medicamentos. Para que un medicamento se pueda comercializar, éste debe pasar por una serie de pruebas. Entre ellas, se debe probar en humanos si es efectivo y, sobre todo, si es seguro. Si un medicamento tiene una gran eficacia pero no es seguro o produce efectos secundarios en más ocasiones de lo que se considera razonable, su uso no se aprobará por las autoridades sanitarias. Para saber si una embarazada puede usar un tratamiento, por tanto, habría que hacer ensayos clínicos en embarazadas. Pero hacer esto implica una serie de problemas éticos que, en muchas ocasiones, hacen que directamente no se hagan estos estudios. Muchas veces los datos se obtienen de estudios en animales, que son orientadores pero no definitivos.
Es cierto que muchas mujeres embarazadas que no conocían que estaban embarazadas han sido tratadas con toxina botulínica o ácido hialurónico a lo largo de los años, pero dado que no hay estudios de seguridad hechos regladamente en embarazadas, no se recomienda tratar a pacientes que conocen su estado de gestación. Igualmente, es cierto que una vez tratada con ácido hialurónico, no es necesario eliminarlo.
Resumiendo
No se recomienda el uso de toxina botulínica o ácido hialurónico en pacientes embarazadas.
Lo más adecuado sería esperar al parto o a que termine la lactancia materna para realizar tratamientos estéticos.